ÚLTIMOS RETOQUES EN EL INTERIOR DEL ZAPATO

En determinadas circunstancias y durante las distintas fases de confección, los tacos o los clavos pueden perforar el interior de la palmilla interior y provocar agujeros. Si se palpa el interior del zapato una vez retirada la horma, pueden apreciarse claramente las puntas de los clavos o las pequeñas elevaciones que han causado. Con una lima especial, el zapatero alisa de nuevo todo el interior del zapato. En la mayoría de los casos, recubre el interior con un plantilla completa del mismo material que el forro. La palmilla funciona como patrón, ya que ambas deben tener el mismo tamaño. La ventaja de una plantilla entera es qué ofrece al pie una base confortable en toda su longitud. Debe pegarse bien porque de lo contrario se soltaría al andar, formaría arrugas y resultaría muy incómoda para el pie.

Sin embargo, muchos clientes prefieren el contacto directo del pie con la piel de la palmilla, de curtido vegetal, y renuncian a la plantilla. En dichos casos y tras el raspado, el zapatero pule el interior primero con papel de lija grueso y luego con papel fino, dándole el máximo brillo. A continuación, cubre sólo tres cuartas partes, o una cuarta parte, de la palmilla con la plantilla.

Con la lima especial de forma estrecha y alargada se alisa la punta de la suela interior. Con la lima redondeada se alisa la zona del talón.

Si al limar el zapatero choca con algo metálico, se trata de algún clavo roto en el interior que debe retirar con unos alicates.

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