Cola y brocha, tijeras, martillo, sacabocados, cuchilla, lezna, hilo para coser calzado, agujas, cera, bolígrafo y un trozo de goma para el tacón.

Estos son los patrones a los que nos atendremos durante el trabajo.

Con la punta de la lezna marcamos sobre el cuero los contornos de las piezas y los puntos donde abriremos orificios.

Procedemos seguidamente a cortar las piezas marcadas en el cuero, con las tijeras.

Luego, con la ayuda del sacabocados, perforamos los orificios ya señalados.

Sirviéndonos de su patrón, dibujamos el contorno de la suela.

Cortamos la suela, utilizando la cuchilla, a causa de la dureza de la misma.

En este momento del proceso tenemos ya todas las piezas cortadas y listas para su montaje.

Con la punta de la lezna perforamos la suela y la pieza del cuero, para luego coser.

Enhebramos cada extremo del hilo en una aguja y comenzamos a coser.

Se cose introduciendo las dos agujas por el mismo orificio, pero en sentido inverso y apretando las puntadas.

Comenzamos a coser, ahora con la cinta de cuero, la pieza que cubre el pie.

Concluido el cosido de la pieza superior, hacemos un nuevo nudo y cortamos la cinta sobrante.

Cosemos los dobleces por los lados en puntadas largas, según marcan los mismos.

Al llegar al talón del mocasín dejaremos dos orificios sin coser, uno en cada lado.

Ahora cosemos el talón. Anudamos un extremo de la cinta.

La cinta sujetará el talón cosiendo, haciendo coincidir los lados del cuero.

Se hace un cruce con la cinta desde un lado al otro del mocasín.

Con esta puntada fijamos la parte superior del talón.

Extraemos la punta de la cinta y apretamos bien la última puntada.

Concluimos el cosido del talón anudando el extremos de la cinta de cuero.

Untamos con cola la superficie del tacón que vamos a pegar a la suela.

Pegamos bien el tacón. Es conveniente golpear con un martillo para lograr una adherencia total.

Hacemos una lazada en la parte frontal del mocasín y así terminamos la confección.