DOCUMENTOS IUE
Recomendaciones de la Comisión de Medio Ambiente
IUE 8 - Recomendaciones para el control de olores en la Industria de Curtidos.
Los olores en la industria de curtidos tienen varios orígenes. Pueden provenir de la putrefacción de pieles, recortes y carnazas, de la liberación de sulfuro de hidrógeno y amoníaco, y de la utilización de compuestos orgánicos volátiles (VOC). Pueden originarse también durante el tratamiento de aguas residuales, tanto en el proceso de las aguas como en el escurrido de los fangos. La generación de olores se ha vuelto inaceptable para las comunidades. Este documento se estableció para proponer algunas recomendaciones para el control de la liberación de olores, tanto dentro como fuera de las tenerías.
Tratamiento del aire
Todas las zonas deben estar bien ventiladas y el aire de las áreas donde se general olores debe ser tratado. Este tratamiento puede ser biológico, mediante el paso del aire a través de un biofiltro de lecho húmedo (compost, turba, humus) rico en microorganismos. Para una retencióneficaz del olor, se recomiendan tiempos de retención de unos 20segundos. Estos biofiltros son ampliamente utilizados en la actualidad, y con un coste asequible. El aire también puede lavarse utilizando tratamientos químicos (ácido, alcalino y oxidante) pero con costes operativos más altos. Las áreas que requieren tratamiento incluyen las de los bombos de desencalado y áreas donde se utilizan VOCs como el glutaraldehído o disolventes.
Putrefacción Debe prestarse atención al almacenaje de los cueros y pieles salados húmedos, principalmente en épocas o zonas calurosas. Pueden usarse equipos de refrigeración para mantener la temperatura del almacenado de pieles y cueros salados por debajo de los 30º C.
Los residuos sólidos no curtidos pueden ser un origen importante de malos olores por putrefacción. Los residuos húmedos deben almacenarse en el menor tiempo posible en la fábrica, y pueden estabilizarse parcialmente mediante el empleo de cal o por enfriamiento.
Sulfuro de hidrógeno Existe un alto riesgo de desprendimiento de sulfuro de hidrógeno (H2S), olor a huevos podridos, cuando los efluentes de tenería entran en contacto con líquidos ácidos. Esto ocurre en el desencalado y cuando los efluentes alcalinos se mezclan con corrientes ácidas. Este gas es maloliente a partir de 0,08 a 2 ppm; resulta tóxico a una concentración por encima de 10 ppm aspirado durante 8 horas y con sólo 15 min. a una concentración de 15 ppm. A una concentración por encima de los 200 ppm en 1 minuto puede causar la pérdida de consciencia. Por encima de los 500 ppm produce un profundo coma con convulsiones. Una exposición de 1 minuto por encima de 900 ppm lleva a un coma instantáneo y la muerte. El H2S es especialmente peligroso porque a concentraciones por encima de los 200 ppm el olor no es detectable por la nariz humana. Por este motivo es esencial utilizar equipos de detección portátiles.
El proceso de desencalado debe efectuarse en recipiente cerrado para reducir el desprendimiento de H2S y amoniaco. Si se hace un lavado con poca agua después del pelambre, la adición al mismo de pequeñas cantidades de compuestos oxidantes (tales como el peróxido de hidrógeno o el sulfito sódico) puede ser de utilidad para reducir el peligro de desprendimiento de H2S durante el proceso de desencalado.
Los efluentes de pelambre y calero contienen concentraciones elevadas de sulfuro. Estos baños deberían ser oxidados, normalmente utilizando sulfato de manganeso como catalizador, antes de ser mezclados con efluentes ácidos o verterse en el tanque homogeneizador general que normalmente tiene un pH de 8,5-9. Las aguas alcalinas y ácidas deben llevarse por separado en la tenería.
Tratamiento de aguas residuales y fangos Los efluentes son una fuente importante de olor. La liberación de H2S se produce en diversas etapas y debe procurarse que el pH se mantenga por encima de 10 en el tanque de homogeneización y en el de oidación de sulfuros. El H2S se genera también cuando los baños y fangos que contienen sulfatos entran en condición anaeróbica. Esta condición en los residuos de tenería es peligrosa y generadora de olor. Dosis bajas de sulfato de manganeso pueden ayudar a evitar olores en el tratamiento de efluentes, ya que facilitan la oxidación de los sulfuros presentes.
El almacenaje de lodos en un espesador o con un contenido en sólidos por debajo del 30% produce olores nocivos. Los fangos pueden estabilizarse con cal par minimizar los problemas de olor. Se recomienda que los fangos permanezcan en el espesador el mínimo de tiempo, y que rápidamente se concentren mediante centrigugación o filtro de prensa y se sequen. Los biofiltros también pueden utilizarse para tratar el aire de zonas en las que los lodos se espesan y concentran.
Compuestos orgánicos volátiles Los compuestos orgánicos volátiles (VOC) en las curtiembres incluyen los disolventes utilizados en el acabado, lavado en seco y desengrase, agentes reticulantes, agentes poliméricos de acabado y agentes curtientes volátiles.
El proceso de acabado es una de las principales fuentes de VODs, por ejemplo acetato de butilo, acetato de etilo, acetona, metil isobutil cetona y metil etil cetona. Su utilización debería volátiles limitarse al mínimo.
La mayor parte de VOCs usados en tenería tienen más o menos un fuerte olor, y muchos de ellos, incluídos algunos productos de base acuosa como el formaldehído, glutaraldehído, etc. pero algunos de ellos, son tóxicos por encima de concentraciones reducidas en el aire (el elímite de seguridad para el formaldehído es de 0,6 mg/m3). Todas las áreas con presencia de VOCs deben estar bien ventiladas y el aire conducido y tratado convenientemente.
El desengrase con disolvente puede ser otro origen de malos olores. Debe tenerse precauciones en la recuperación de baños, destilación de los solventes y el almacenado de pieles.
También se usan disolventes de limpieza en varias etapas del proceso a efectos de mantenimiento.
El almacenaje de pieles con acabados que contengan solventes orgánicos puede originar problemas de higiene y seguridad ocupacional si la ventilación no es adecuada.
Comisión IUE - Marzo de 2005
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