2003: LA REACTIVACIÓN IMPOSTERGABLE
Desarrollado por el Ec. Jorge Avila

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Recesión y Reactivación

El problema de los procesos de reactivación es un tema crucial para los países latinoamericanos con su condición estructural de países subdesarrollados en la cual la dotación de capital productivo es ostensiblemente menor al de los países del norte , y ello determina que las recesiones con sus consiguientes crisis dejen terribles secuelas, que determinan la no recuperación de factores productivos que se verán excluidos de la actividad cuando el ciclo se revierta.

Las tres etapas de un período de descenso económico

  1. Recesión
    La recesión es el proceso por el cual la economía se contrae, es decir baja el nivel de actividad y la contabilidad nacional registra la caída en el producto bruto interno.
  2. Crisis
    La segunda etapa que tiene la caída sostenida de la actividad económica es la crisis, caracterizada por la destrucción de capital y la atrofia del factor trabajo. En efecto hay capacidad productiva que no volverá a integrarse al sistema y hay mano de obra que no podrá responder a su calificación cuando consiga una nueva ocupación. 
  3. Depresión
    La última etapa de un período de baja es la depresión. Esta instancia es concebida como aquélla en la cual los agentes económicos piensan que su situación económica de futuro será peor o en el mejor de los casos será igual a la actual. En la fase de la depresión como se ve juegan un gran papel las expectativas, pero hay que ser muy riguroso con este concepto. La importancia de las expectativas tiene un papel decisivo en los fenómenos financieros. En estos fenómenos lo que se piensa que va a ocurrir (ocurra o no) tiene una enorme fuerza no sólo en lo que refiere al corto plazo sino también en las coyunturas las cuales pueden revertir. La expectativa tiene un papel menor si se observa la economía en su conjunto, dado que los agentes económicos realizarán sus valoraciones con un mayor nivel de tangibilización que los agentes financieros puros. Es por ende que los agentes económicos podrán desarrollar y consolidar expectativas favorables a partir de situaciones concretas que indiquen eventos positivos.

La reactivación económica de un país se define como el proceso a través del cual la economía experimenta crecimiento en su producto por tres trimestres consecutivos. La definición deja mucho que desear y bajo este concepto es indiferente que una economía pase cinco años con su producto en contracción y que su actividad económica esté en menos de la mitad respecto al momento de inicio del ciclo de baja, como a la economía del país que pasó por una contracción de dos trimestres consecutivos y que por ese corto período de baja se le considera técnicamente en recesión. La reactivación supone además de la contingencia objetiva del crecimiento en la actividad económica, la expectativa de los distintos agentes económicos que están en la base de cualquier proceso cualitativo y nos referimos a inversores, empresarios y consumidores.

Políticas de reactivación para Uruguay

Las distintas posiciones que hay en la discusión se pueden agrupar en tres opciones:

  1. Equilibrio general y captación de inversiones
    Equilibrio general y captación de inversiones. Esta opción es la predominante hasta el momento en la conducción económica uruguaya. Es muy claro sobre la base de la experiencia que esta opción por el equilibrio general se aplica a rajatabla hasta que la economía inicia el período devaluatorio. Desde allí en adelante la posibilidad de mantener el equilibrio fiscal se hace aún más difícil por la caída en la recaudación y dada la reiteración de los ajustes fiscales, bajo la óptica de que la única razón de ser de la conducción económica fuera disminuir el déficit fiscal. Después de la devaluación. El sector externo de la economía experimenta reacciones opuestas, la balanza comercial mejora porque disminuyen las importaciones e incrementas las exportaciones, en tanto que la balanza de pagos empeora sustancialmente porque la moneda corriente del país vale menos para afrontar las deudas en dólares, unido al hecho que las reservas ya no están. El modo de funcionamiento económico el cual tiene como objetivo principal el equilibrio es el exigido por los organismos multilaterales de crédito. Lo que se hace es mantener a la economía lo más estable posible y por ello es que se genera una "nueva ancla ", que será monetaria. Así la cantidad de dinero pasa a ser controlada a los efectos que la emisión monetaria no presione al alza el tipo de cambio y a su vez el proceso devaluatorio no tenga su traducción inflacionaria. Al mismo tiempo continuarán los esfuerzos para seguir reduciendo el déficit fiscal. En efecto, el Estado tratará de no aumentar el circulante en moneda nacional aunque para ello tenga que cortar la cadena de pagos. ¿ Que tiene de reactivador esto? - rotundamente se puede decir que nada, y nos surge la pregunta, ¿ para qué se aplica un modelo que no tiene nada de reactivador? La respuesta es para que no deteriore más el equilibrio de ingresos en pesos y pasivos en dólares -. Todos los agentes de la economía, Estado, empresas y consumidores tienen ingresos en pesos y deudas en dólares con lo cual el modelo, que rechaza cualquier alternativa que suponga una expansión de los medios de pago, tiene esa justificación en el terreno microeconómico. En el plano macroeconómico hay una relación que es fundamental: el cociente deuda pública/ producto. Después de cada devaluación la relación se deteriora tremendamente y luego se trata de evitar que se siga deteriorando aún más. Cada punto de devaluación supondrá una señal negativa que cuantificará la dificultad que tiene el país que produce en pesos de afrontar sus compromisos en dólares.
    La inversión salvadora - La única opción para reactivar la economía bajo esta óptica es la inversión de la cual el país parece encontrarse cada vez más lejos. En efecto a América Latina en el corto plazo le espera un período de retiro de capitales, las calificaciones de riesgo serán altas y los flujos de capital no tendrán en cuenta esta región del mundo como destino. Este fenómeno ya es anticipado por el sistema bancario que quiere ajustarse a la baja disminuyendo toda su capacidad y en algunos casos se habla de reducciones de un 40% del personal y una reestructura total de agencias y sucursales. Inversión directa - La inversión directa aparece como una alternativa a la inversión que tradicional- mente ha caracterizado al Uruguay (la inversión financiera) y ello es así porque es el tipo de inversión que puede funcionar después de los procesos devaluatorios habida cuenta que las economías logran mejorar su competitividad. Lamentablemente la escala que tiene el mercado interno uruguayo no estimula la inversión productiva de porte, pero de todos modos se puede reactivar una parte de la producción que pasa a sustituir bienes importados, y también tenemos que considerar la posibilidad de vender en la región a partir de las condiciones cambiarias.
  2. Reactivación sectorial
    El empuje de sectores considerados estratégicos por su dinámica para reactivar una economía deprimida o para alcanzar niveles de crecimiento mayores en épocas normales supone una opción bastante aceptada. Se trata entonces de incentivar el funcionamiento de sectores cuya actividad tenga un efecto multiplicador, y por ende impacten positivamente sobre otros sectores aumentando el nivel de actividad en su conjunto. En este punto nos preguntamos, ¿qué sectores están en condiciones de desempeñar este papel? La respuesta que puede darse cambia el ángulo del análisis . Hay un sector, el agroexportador al cual se le atribuye un papel muy parecido al que veníamos señalando, es decir ser un agente reactivador. El análisis que hay que hacer es si el sector agroexportador tiene las características propuestas en el presente trabajo para ser un agente reactivador, ello implica que su actividad se socializa directa o indirectamente y la economía dispondrá de un valor agregado adicional vía utilidades, salarios e impuestos que indicarán la reversión del ciclo de baja. La observación indica que lo que Uruguay exporta son fundamentalmente productos primarios con escaso valor agregado industrial con relación al producto final, de todos modos significa para una economía desindustrializada actividades que integran al producto un quantum considerable de remuneración salarial a la mano de obra empleada con una repercusión social positiva, a lo cual hay que agregarle la utilidad empresarial y la tributación.
    En cuanto a las rentas de las producciones primarias de los productos que se exportan tienen un impacto social moderado debido a que algo más de 100 grandes productores participan en el 75% de las exportaciones. Debemos de tener en cuenta que al limitado valor agregado industrial hay que agregar el valor de servicios como fletes, depósitos, estiba, seguros, servicios bancarios y de comercio exterior con lo cual completamos un cúmulo de actividades nada despreciables en cuanto a su importancia económica y social, que se generan a partir de la exportación. Desde el punto de vista macroeconómico el incremento en las exportaciones genera un impacto positivo en las cuentas externas máxime cuando el incremento está precedido de una devaluación. En efecto, Uruguay en el año 2001 logró exportar por 2.144 millones de dólares frente a un PBI para el mismo año de 18.661 millones de dólares, lo que significa un 11.5% del producto. Si tenemos en cuenta que este año el país exportará entre 1900 y 2000 millones de dólares y el producto se situará entre 11.500 y 12.000 millones de dólares, la relación exportaciones /producto pasará a ser superior al 16% y ello habla a las claras de que la incidencia será mayor que en la situación previa de la devaluación. En suma podemos afirmar que el crecimiento de las exportaciones es siempre positivo para una economía pero lo que aquí se discute es si juega o no un papel reactivador, y la respuesta emana de la experiencia: la reactivación de toda economía pasa por la dinamización de su mercado interno. La actividad agroexportadora juega su papel sí, pero para los logros que tiene que perseguir una política de reactivación no sólo que es socialmente insuficiente sino que es demasiado lenta. La conclusión es que la reactivación sectorial puede ser aplicada siempre y cuando se traduzca en una dinamización efectiva del mercado interno y ello queda plasmado cuando son múltiples los sectores que muestran mayor actividad y se traducen en una mejora generalizada. Esta cualidad de sector reactivador con claridad la posee el sector comercio y servicios, y el sector construcción la ha ejercido, no con la generalización del sector terciario pero sí de un modo efectivo, como en la década del 80, en tanto que la industria manufacturera también ha demostrado su papel reactivador aunque en esta circunstancia la infraestructura industrial casi ha desaparecido y buena parte de ella ha quedado obsoleta al no poder absorber las innovaciones tecnológicas de una década en la cual estuvo paralizada. Lo que no podemos es imputarle al sector agro-exportador efectos sobre el mercado interno que por su naturaleza no tiene.
  3. Políticas contracíclicas
    Las políticas contracíclicas son aquellas que se adoptan para el manejo de situaciones de depresión y parten de una hipótesis básica, que afirma que el mercado no está en condiciones por sí mismo de revertir la situación de baja. La consideración que se suele hacer del mercado no es de fondo, no se pretende sustituirlo desde el punto de vista funcional. Por el contrario, se pretende introducir en la dinámica económica elementos que continúen la mecánica de la oferta y la demanda, porque las depresiones generan esa especie de mercados incompletos donde la oferta es muy superior a la demanda, entonces el papel que desempeña el gobierno es poner en práctica algunos instrumentos que incrementen la demanda. Los instrumentos que posee el gobierno van desde la decisión política que incide sobre agentes privados de la economía hasta la participación del Estado como actor demandante de bienes y servicios. La pregunta que surge en este punto es ¿ cómo se financia un programa de política contracíclica? 
    La economía por lo menos señala tres tipos de financiamiento para las políticas anticíclicas.
    1. Financiación con endeudamiento - La financiación con incremento en los niveles de deuda sería una posibilidad tolerada por la ortodoxia, pero el problema radica en que los gobiernos que tienen que recurrir a programas expansivos ya no pueden tomar crédito del mercado pues sus bonos no se colocan. La otra opción serían los créditos de organismos multilaterales como el FMI y el Banco Mundial pero estas entidades no sólo no prestan con estos destinos sino que muy por el contrario exigen continuas políticas de ajustes a los gobiernos cuando sus economías procesan ciclos de baja. Por otro lado la vía del endeudamiento está aceptada como política procíclica y la relación de fuerzas no toleraría que sea usada como un método anticíclico. Lo que nos queda por analizar es qué papel juegan los créditos del BID en períodos de depresión económica. En tanto que son destinados a obras de infraestructura o con destino multisectorial, en principio tendrían que tener un impacto positivo en la actividad económica, pero hay que tener en cuenta que estos desembolsos no son realizados en el marco de políticas expansivas sino que responden a apoyos crediticios que no están coordinados con políticas de estimulación general de la producción y además son de escaso monto.
    2. Financiamiento con impuestos - El financiamiento con impuestos es una vía descartada como medida reactivadora, sería un contrasentido gravar con nuevos impuestos a la economía que se quiere reactivar. A lo sumo lo que se puede hacer es generar una acción distributiva gravando a sectores que serían más o menos neutros a la reactivación, pero siempre des- gravando a otros sectores que se les considere con mayor desempeño reactivador, de tal modo de no disminuir el ingreso disponible de la población.
    3. Financiamiento con emisión monetaria - Este tipo de financiamiento supone una ruptura no sólo con la academia dominante en el escenario económico con un marcado perfil ortodoxo, (entiéndase como ortodoxo aquello basado en la doctrina fundamental). La posibilidad de emitir moneda sin respaldo en las reservas es algo que está fuera de la discusión económica y por ende fuera de las alternativas de política económica aún cuando la emisión sea limitada y puntual. 

Comenzaremos a analizar por qué seguimos discutiendo sobre una alternativa técnicamente descartada y que por ende no debería tener ninguna probabilidad de ser aplicada.

  1. Históricamente las políticas contracíclicas refieren al crecimiento del gasto público financiado con emisión monetaria. Ello implica que el gobierno financiará obra pública o remunerará factores con el dinero que emita y no lo pondrá directamente en el mercado financiero por ejemplo compran- do dólares. Otra alternativa es la disminución de impuestos, esta vía también produce el efecto de incrementar el ingreso disponible, pero en menor grado y no genera nuevos recursos para que el Estado a partir de una mayor disponibilidad dinamice el mercado interno.
  2. Las políticas anticíclicas como las mencionadas se aplican en los países desarrollados, es una de las razones por las cuales los períodos de recesión son cortos y generalmente no llegan a constituirse en crisis. Pese a que la teoría económica no ha tenido pronunciamientos contundentes se puede afirmar con poco margen de error que uno de los elementos caracterizantes del "mundo desarrollado" es el control sobre los ciclos económicos, ello implica ajustes en épocas de bonanza y políticas expansivas en épocas de recesión.

    Por el contrario se puede afirmar que los países subdesarrollados tienden a aplicar "políticas procíclicas " y generan desde la conducción política una reproducción del fenómeno recesivo, pero en los ciclos de alza no establecen " políticas de ordenamiento de sus gastos " ya que parece ignorarse completamente que ese ciclo que se vive ha sido determinado por el arribo del capital financiero y que culminará con el retiro del mismo. Parece existir la convicción casi generalizada de que los períodos de abundancia de dólares han sido generados por condiciones propias y lo que es peor se llega a pensar que el inicio del ciclo y la culminación del mismo dependen de decisiones políticas.

¿ Que pasará en Uruguay? ¿Tendrá o no su reactivación en el año 2003?

De acuerdo con las alternativas vistas la opción por las políticas anticíclicas parece la más rápida, la más efectiva socialmente y la que mayor independencia de criterio tiene, pues no depende de ningún agente inversor, como la opción por el equilibrio, ni depende de la suerte de ningún sector en el mercado internacional como la opción por la reactivación agroexportadora. De los modos de encarar la política anticíclica la que aparece con más posibilidades es aquélla que debería financiarse en su mayor parte con emisión monetaria, aunque en la financiación puede participar algún nivel de endeudamiento. En cuanto a la financiación por impuestos sólo puede concebirse a través de la asignación de recursos a sectores considerados estratégicos para la reactivación.

¿Por qué no se aplica un modelo anticíclico liderado con la obra pública y la reactivación comer- cial y que tenga como fuente de financiación la emisión monetaria, algo de deuda y algo de redireccionamiento fiscal?

Las razones para ser procíclicos.

Las razones se pueden discriminar en dos planos, cuya frontera es borrosa.

  1. El plano de la relación de fuerzas estructurales (confluencia de grupos de intereses).
    La relación de fuerzas que se ha estructurado en el Uruguay tiene una indiscutible opción por la apertura de la economía. Bajo esta óptica, el crecimiento económico será una consecuencia de la adaptación del país a las posibilidades del mercado mundial. Seamos bien claros en esto, éste es un punto crucial que se ha prestado para que generaciones enteras discutieran sobre todo lo que gira alrededor de él, y podemos ver en el escenario desde posiciones que no tienen en cuenta la relación de fuerzas hasta quienes le atribuyen ser la causante de todo. Las crisis económicas de las cuales el país demora mucho tiempo en salir hacen que enormes sectores de la producción se pregunten por qué la conducción económica se limita a " mantener los equilibrios y muy poco más".

    DOCUMENTO DEL BANCO MUNDIAL- Un documento que ha sido denominado SAL 2,que es un acuerdo de ajuste estructural (es decir de largo plazo), firmado por Uruguay en mayo de 1989, señala el rol de Uruguay como plaza financiera. Este documento se pronuncia sobre las necesidades de nuestro país y afirma que "las necesidades de Uruguay son las de un banquero y no las de un comerciante"- Reporte Nº7424/UR.

    El hecho de que se haya consolidado como plaza financiera supondrá, como lo demostró la realidad, que es necesario atraer depósitos y que por ende las tasas de interés serán altas lo cual va en contra de un esquema que promueva la producción. En la confluencia de intereses junto con los organismos internacionales de crédito se encuentran grupos que han tenido incidencia en las políticas económicas, como la Asociación de Bancos, la Asociación Rural y la Cámara Nacional de Comercio. La Asociación de Bancos es el órgano que nuclea a las instituciones que más vinculación funcional tienen con los centros del poder multinacional por lo que su incidencia en el país es una de las más notorias. La Asociación Rural del Uruguay es un organismo tradicional que nuclea a los grandes productores - la definición de gran productor suele ser caprichosa y se imputa muchas veces por la extensión de tierra que se posee. El poder de la gremial está explicado a través del rol asignado al país por el comercio internacional como agroexportador, históricamente la principal fuente de ingreso de divisas fueron los productos de este sector.

    La Cámara Nacional de Comercio, ha sido otra de las instituciones de enorme concordancia de intereses con las orientaciones macroeconómicas de los últimos tiempos. Habida cuenta de las características del comercio en la plaza uruguaya en la cual la proporción de los bienes de consumo final importados es enorme, se explica la posición de la gremial, a favor del libre comercio y de rechazo a toda expresión de proteccionismo y aún de regionalismo. Por ende la citada corporación también estará proclive a modelos de estabilidad cambiaria y entenderá que el valor agregado nacional es la consecuencia del desempeño del sector servicios y no del sector primario y secundario. En efecto, la "Cámara" tiene una concordancia muy grande con la visión de largo plazo de la conducción económica vigente, es una gremial defensora del libre mercado y de la relativa extinción del Estado, pero si tuviésemos que imputarle incidencia sería menor que la de las dos gremiales anteriores y podría limitarse a la presencia en cargos de gobierno de ex- directivos de la gremial.
  2. El plano de las repercusiones socioeconómicas inmediatas
    El plano de las repercusiones inmediatas. En este plano podemos ver cómo quedan alineados los intereses de agentes locales de la economía con los intereses de los organismos multilaterales de crédito. Si nosotros asumimos que las políticas expansivas están en la base de cualquier sistema anticíclico y que la expansión se traducirá en el plano monetario, se entenderá que las políticas anticíclicas deteriorarán la situación patrimonial de buena parte de los agentes económicos sean estos Estado, empresas o consumidores. En efecto, la enorme dolarización que sufrió la economía hizo que el crédito se dolarizara casi completamente y luego de la devaluación las deudas en dólares quedaron como la señal más cruel de la época. Es por este grado de dolarización de las deudas que los intereses de muchos uruguayos coinciden con los intereses de los acreedores transnacionales que desean que la relación deuda/ producto no se deteriore aún más. En efecto, cada punto de devaluación supone que nuestro país queda en peor posición para enfrentar los compromisos externos debido a que la actividad nacional se desarrolla en pesos y las deudas son en dólares. El discurso político proveniente de todos los sectores sin excepción apuntan a convencer a la población de que la reactivación de la economía depende del crédito, y como parte de esa oferta de crédito aparecería la banca suspendida.

    También tendría una enorme importancia reactivadora la cantidad de dinero que se encuentra en los "colchones" y la masa de recursos que está fuera del país.
    1. Los créditos en dólares tienen un componente de riesgo de incumplimiento muy alto y por ende se exigen garantías que pueden triplicar el valor nominal de lo concedido. Tienen tasas nominales muy altas las cuales unidas a un grado esperable de devaluación llevan a tasas reales inabordables habida cuenta de los márgenes de rentabilidad casi inexistentes.
    2. Los créditos en moneda nacional son de tasas extraordinariamente altas. Muchas veces estos préstamos son directamente excluidos por los niveles superiores al 100% y es evidente que el cedente de crédito cubre el riesgo cambiario respecto a su posición en divisas y cubre el riesgo inflacionario respecto a los valores reales. La situación de quien toma un crédito en moneda nacional por el contrario dependerá de niveles de inflación más o menos altos para poder cancelar su obligación.
    3. Sabiendo que el crédito nuevo es muy poco probable que se ceda en la misma medida que las circunstancias lo demandan, lo que es importante de la banca suspendida es su aspecto transaccional, es decir, sus cuentas corrientes, sus cajas de ahorro, sus sistemas de descuento de documentos etc. y en lo que refiere a los créditos la capacidad de renovación de los mismos.
    4. Por el pronunciamiento de los distintos actores políticos y no políticos hasta se puede concluir que la recesión comenzó con la crisis bancaria, lo cual constituye a los ojos de la razón un GRAVÍSIMO ERROR DE EVALUACIÓN. El hecho de resolver parcialmente la crisis bancaria es un elemento contributivo de enorme importancia pero no puede constituirse en el elemento central de la reactivación cuando la actividad financiera ni siquiera tendría el mismo nivel de julio previo a la crisis.
    5. Recesión o inestabilidad. La alternativa planteada en los hechos no se da como una dicotomía. No hay ningún sector de la vida política ni tampoco ninguna orientación económica identificable que proclame que para salir de la recesión hay que generar inestabilidad y que por ende permanecer en la estabilidad encierra una vocación recesiva. El resultado político inmediato de una medida contracíclica estará dado por la relación que exista entre el efecto positivo en la producción y la dosis de inestabilidad que quede como resultado. Es obvio pensar que es necesario realizar una "sintonía fina "al respecto de cómo generar liquidez sin alterar demasiado la evolución de las variables nominales, tasa de devaluación y tasa de inflación.

Curva de Phillip

"La curva de Phillip" es un modelo que demuestra sobre la base de experiencias en Inglaterra cómo la tasa de desocupación descendía cuando aumentaba la inflación. Paulatinamente este modelo fue quedando de lado en la teoría económica al igual que otros modelos que intentan respaldar la idea de que en determinadas condiciones la estabilidad es una opción recesiva. Después del shock petrolero del año 1973 los países europeos sufrieron el fenómeno de la "estanflación ", o sea, estancamiento con inflación y si venimos más cerca observamos que toda Latinoamérica ha sufrido en muchas circunstancias el estancamiento con inflación. Por todo lo expresado el llevar un proceso de estabilidad en forma indefinida está haciendo coincidir las dos puntas analizadas, los intereses transnacionales y sus aliados locales con la decisión política inmediata.

El curso de los acontecimientos

El curso lógico de los acontecimientos está pautando que es muy difícil mantener la actual política que tiene como norte la estabilidad.

  1. Probable default -Todo indica que si no hay una reprogramación de la deuda externa, ésta no se podrá cumplir, ello supondrá presiones sobre la balanza de pagos.
  2. La meta de déficit fiscal del 1.5% del producto se le ve muy difícil de alcanzar y ante las presiones sociales es muy probable que el gasto no pueda ir más abajo, con lo cual la conducción económica se verá obligada a financiarse con emisión.
  3. Es por ende que razonablemente la estabilidad será una meta de futuro y no del presente Hay que tener en cuenta que al desequilibrio externo (la deuda que hay que pagar sumando amortización e intereses neutralizará en buena medida el aporte de divisas de la exportación), se le unirá el desequilibrio fiscal.

CONCLUSIÓN

El curso de los acontecimientos marcará la prioridad de cosas posibles sobre las casi imposibles pero sobre las cuales hay que mantener igual el interés, sea por la vocación casi única de mantener la estabilidad, sea para no deteriorar más la situación de los endeudados en dólares, pero lo que es más importante, para hacer buena letra ante los organismos multilaterales de crédito. Es por ello que la reactivación será el tema prioritario y muchos agentes económicos y po- líticos aferrados a la posición ortodoxa también tendrán como norte casi único la reactivación.

Hechos probables

  1. Las negociaciones con el FMI.
    1. El organismo multilateral de crédito se enfrenta a un país que para que no entre en default, deberá verterle fondos que están comprometidos a condición que Uruguay cumpla con metas fiscales que ya habíamos señalado antes.
    2. Esas metas fiscales no se podrán cumplir y el organismo de crédito tendrá que:
      1. Mantener su dureza en las recetas de austeridad a los efectos de seguir cumpliendo con su papel de garante de inversiones en poder del mercado y de ese modo continuar con una política de sustitución de deuda de mercado por deuda multilateral y concomitantemente con ello exigir una reprogramación de la deuda con los tenedores de bonos soberanos, lo que sería tomado como un default.
      2. Evitar que la situación de cesación de pagos efectivizada en Argentina se extienda a otros países y el nivel de control del organismo sobre los deudores quede puesto en tela de juicio aún más de lo que está.
      3. Insistir en las medidas de desregulación de la economía y achicamiento del sector público a los efectos que el Estado mejore su liquidez.
      4. Monitorear la situación de mediano plazo junto al Banco Mundial a los efectos de pautar o no a Uruguay como plaza financiera regional.
  2. Las necesidades urgentes tenderán a que la economía se pesifique más rápidamente de lo previsto y ello es un elemento a favor de la dinámica económica habida cuenta de la escasez de divisas.
  3. Bajo esta óptica le será al gobierno muy difícil mantener los equilibrios y verá cómo crecen las tensiones sociales y políticas y tratando de mantener la política monetaria restrictiva mantendrá una emisión controlada pero con un grado de esterilización decreciente, ello implica que el volumen de letras de tesorería en moneda nacional debería ser decreciente pues cuando haya que cancelarlas es necesario incrementar la emisión monetaria.
  4. Por último enumeramos las razones por las que el mercado interno puede recuperarse.
    1. Abandono paulatino de la política de cesación de pagos a los efectos de reconstruir la cadena en lo que al Estado se refiere- Es fundamental la importancia que tiene el Estado en la cadena de pago en la medida que es un enorme demandante. La medida debe de ser complementa- da con el incremento del crédito interno, ello es la asignación de nuevas partidas a los organismos del Estado.
    2. Devaluación por encima de la inflación a efectos de mejorar la competitividad y con ello producir "el efecto arancel cambiario". Al aumentar el tipo de cambio real se produce una especie de " efecto sustitución" de productos importados por nacionales, lo que contribuye a que el país incremente su participación en el valor agregado final de lo que se con- sume. Pero este fenómeno tiene un inconveniente y es el aumento en los costos y por ende un elemento que contribuye a la inflación.
    3. En lo que se refiere a los planes de contención social adicionales que empleen mano de obra hoy desocupada hay que poner un signo de interrogación sobre su alcance, pero de acuerdo con las crecientes tensiones generadas respecto al tema desocupación sabemos que estos planes se implementarán.
    4. Del mismo modo hay que poner un signo de interrogación respecto al destino que tendrán los recursos que pueden redireccionarse si el país entra en cesación de pagos, es muy probable que esto quede afectado a las reservas del país.
    5. Lo señalado hasta el momento indica que la reactivación es un proceso lógico que se da como consecuencia de que la economía al desposicionarse de una moneda (el dólar) toma a otra como elemento de circulación legítimo (el peso) sin que haya una presencia de la conducción económica decisiva en el repunte.
    6. También lo señalado implica el apartamiento de las metas trazadas con el FMI, inicia- tiva que no puede partir de la conducción económica, pero los antecedentes recientes señalan algo de modo inequívoco, que las conducciones económicas ortodoxas se ven superadas por los hechos a los cuales tratarán de adaptarse a posteriori, pagando costos aún mayores que aquellos que se pagarían anticipándose a los hechos.
    7. Los modelos económicos que tienen un altísimo costo productivo y por ende desarrollan un efecto devastador en el plano social no tienen mucho sustento en un país democrático ya que cuanto más se avanza en el modelo, son más las presiones sociales que se trasladan al nivel político y es éste a quien le corresponderá suavizar las tensiones estableciendo cambios en las orientaciones.

Esclero-ortodoxia y síndrome "de la Rúa".

 "La esclero-ortodoxia "es una denominación relativamente reciente que se le hace a quienes pretenden que el "modelo ortodoxo" aplicado durante la década de los 90 siga en pie. La calificación de "esclerosados" refiere a que no parecen tener una percepción correcta de la realidad y siguen anclados manejando condiciones de estabilidad que ya no existen. Mal pueden tener visión de futuro quienes no son conscientes del presente. El "síndrome De la Rúa " fue el más patético ejemplo de sostener un modelo económico cuando las bases de su sustento habían desaparecido. Cuando la conducción económica lo ignora, lo único que hace es correr detrás de los acontecimientos hasta verse superados por ellos.

La realidad continuamente es pautada por acontecimientos no deseados como la devaluación, el incremento en el desempleo y otros indicadores negativos. El mecanismo es siempre el mismo, negar cosas que son evidentes y luego cuando estas cosas que son negadas ocurren tener un margen de maniobra mucho más pequeño que si los fenómenos se hubiesen anticipado. La salud de un sistema económico y por ende su perdurabilidad en el tiempo para un país democrático dependen de la sana convivencia con otros subsistemas como el social y el político. Ésta queda demostrada cuando los agentes políticos son capaces de tener la mira por encima de la rigidez de las decisiones de organismos técnicos, que son parciales y además carecen de sensibilidad social. Es por ello que en los momentos de crisis debe de primar la decisión política sobre la la posición técnica.


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