ARGENTINA: NO HAY NI UN SOLO CASO DE VACA LOCA

A raíz del fallecimiento de Rosa Arce de la localidad de San Justo, partido bonaerense de La Matanza surge el riesgo de que Argentina estuviera contaminada con el "mal de la vaca loca".  Varios medios de comunicación  difundieron declariones del esposo de la fallecida que planteaba que tuvieron que velarla a féretro cerrado y luego cremarla porque la muerte era consecuencia del mal de la vaca loca.

Desde el Centro de Referencia Neuropatológica de Encefalopatías Espongiformes Transmisibles, se afirmó que: "El caso atendido en el hospital Santojanni cumplía todos los requisitos, según los parámetros requeridos por el protocolo internacional de la Organización Mundial de la Salud, para ser encuadrado como enfermedad de Creutzfeldt-Jakob clásica.  Esta patología tiene una incidencia de un caso por millón de habitantes por año en todos los países del mundo y se conoce desde 1920, mientras que los primeros casos de la variante atípica de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, conocida como mal de la vaca loca, sólo fueron denunciados en 1996 en el Reino Unido, por lo que se está hablando de cosas distintas. Ambas patologías tienen diferencias clínicas de tiempo de incubación, de forma de presentación, de resonancia magnética, de manifestación en los estudios electroencefalográficos y de neuropatologías".

Por otro lado, también el secretario de Agricultura de la Nación, Marcelo Regúnaga, planteaba: "Puedo afirmar definitivamente que en la Argentina no hay un solo caso de vaca loca y que es muy difícil que lo haya, por las características de la producción ganadera argentina. Los países que tienen vaca loca son aquellos que normalmente alimentan sus animales con concentrados y no a pastoreo, como se lo hace aquí. Imagínense, si hay restricciones para acceder a los mercados a causa de la aftosa, la gravedad que tendría para nuestro comercio exterior la aparición de casos de vaca loca.