PIELCOLOR URUGUAY 
 

 EL 60% DE SU PRODUCCIÓN SE EXPORTA A LA REGIÓN
CON EL PLUS DE ASISTENCIA TÉCNICA DE PRE Y POSTVENTA

Venden servicios y entregan productos
Se está instrumentando el ingreso de productos uruguayos para el acabado del cuero a Bolivia y Venezuela

"En nuestra empresa se le da una gran importancia a la calidad del servicio técnico al cliente porque es la mejor manera de diferenciar a nuestros productos de los de la competencia", señaló el ingeniero Diego Cibils, gerente general de Pielcolor Uruguay S.A. Esta firma fue distinguida recientemente con el Premio al Exportador Mediano que otorga anualmente el Banco de la República.

Pielcolor Uruguay S.A. es un joint venture constituido en 1993 por Pinturas Inca, la subsidiaria uruguaya de ICI, que tiene la mayoría del paquete accionario, y Pielcolor de España. Esta asociación ha permitido unir el aporte tecnológico y know how de la empresa española con el conocimiento del mercado, el modelo de gestión y las relaciones institucionales del socio local. El emprendimiento dirigido y operado por uruguayos se dedica, al igual que la compañía accionista con sede en Barcelona, a la fabricación y comercialización de productos químicos para el proceso de acabado del cuero.

PRODUCCIÓN. El joint venture uruguayo elabora una gama de más de 300 productos químicos, a partir de los cuales se conforma un listado de 800 items para su aplicación en la terminación del cuero. En base a ellos el cliente prepara una pintura que le proporciona al producto final, además de color y brillo, una mayor consistencia, un aspecto y un tacto muy naturales, quiebres suaves y una mejora en la adherencia. "El procesamiento del cuero recorre dos etapas: primero la materia prima es sometida al curtido y teñido que se realiza en un medio húmedo mediante el uso de agua y productos químicos. Luego que el cuero se seca, comienza lo que se denomina ‘el acabado’, que consiste en una técnica más compleja que la simple aplicación de una mano de pintura. No sólo significa cambiar o emparejar el color del cuero sino también darle un aspecto más o menos brilloso e incluso imprimir algún diseño diferente en su superficie", explicó Miguel Sagasti, gerente del Area de Servicio Técnico de la firma.

TECNOLOGÍA. Además de los aportes tecnológicos del socio catalán, el equipo de técnicos nacionales ha desarrollado procesos de aplicación propios ya que una de las funciones de este emprendimiento consiste en adecuarse a las necesidades específicas de la fuerte industria del cuero local, que exportó U$S 268 millones en 2003. Mientras que en España este sector está más focalizado en productos utilizados para la confección de prendas de vestir y calzado, las curtiembres uruguayas se han volcado mayoritariamente al procesamiento de cueros para el tapizado de muebles y automóviles, ya que la fabricación de zapatos se ha reducido significativamente en nuestro país.

"Pielcolor Uruguay está constantemente actualizando su gama de productos y servicios a efectos de responder a las exigencias del mercado. Por ejemplo, ahora estamos abocados al ajuste de nuevas líneas de productos que permiten un manejo más fácil de la gama de colores. En vez de proporcionar los colores básicos, se tiende a entregar la tonalidad exacta que solucione los problemas del cliente y agilice el ciclo productivo, lo cual requiere el asesoramiento de nuestros técnicos antes y después de que se concreta una venta. Esta política apunta a satisfacer las necesidades de simplificación de los procesos industriales que exigen plantas cada vez más grandes, dada la tendencia creciente a la concentración de las curtiembres a nivel regional", expresó el Ing. Cibils.

Según el gerente comercial, contador Esteban D’Olivo, "Pielcolor es una empresa pequeña con una estructura muy flexible y mucha capacidad para adaptarse a los cambios. El servicio de preparación de colores es un ejemplo claro. Para diferenciarnos de la competencia, que son las grandes multinacionales con altas economías de escala, tratamos de ser una empresa de servicios personalizados, los que contribuyen a la rapidez en la entrega y a quitarle complejidad al proceso de acabado en las curtiembres, lo que ciertamente es valorizado por el cliente. Podemos decir que vendemos servicios y entregamos productos".

COMERCIALIZACIÓN. La planta de Pielcolor Uruguay produce entre 1.400 y 1.800 toneladas anuales de productos químicos, lo que representa una facturación de unos U$S 5 millones aproximadamente. El 40% de su producción se destina al mercado interno, siendo sus principales clientes las curtiembres y, en forma marginal, los artesanos del cuero. El 60% de lo producido —o sea unos U$S 3 millones en 2004— se exporta a la región, especialmente a Argentina, que adquiere un volumen similar al que consume el mercado uruguayo. El 20% restante se coloca en Chile y Paraguay, habiéndose realizado una exportación piloto a Venezuela este año. Además, se proyecta iniciar próximamente una corriente exportadora a Bolivia. Con ese motivo técnicos de la empresa están trabajando actualmente en una importante curtiembre del país del Altiplano a efectos de conocer sus necesidades puntuales y colaborar en sus procesos de acabado del cuero.

Como la empresa socia catalana participa en otros joint ventures en Brasil y en México, existe un acuerdo de territorialidad entre estos emprendimientos latinoamericanos. Si bien la compañía brasileña y la uruguaya se complementan en materia logística, sobre todo en caso de falta de existencias o cuando no producen un ítem determinado, la planta uruguaya no atiende clientes finales en Brasil ni su similar ubicada en Portao, Río Grande del Sur, compite en los mercados donde actúa Pielcolor Uruguay.

Teniendo en cuenta que la competencia con las grandes multinacionales se da marcadamente en el área de distribución, el joint venture uruguayo mantiene un stock considerable de sus productos en los países donde opera, de modo que sus distribuidores o representantes en esos mercados estén habilitados para la entrega inmediata de las órdenes de compra.

ORÍGENES. La decisión tomada por Pielcolor de España para asociarse con Pinturas Inca en 1993 se debió a una relación comercial muy estrecha entre ambas firmas que se fue cimentando desde fines de los años setenta. En 1978 se firmó un contrato de asistencia técnica, por el cual Pinturas Inca se encargaba de desarrollar el producto en el mercado uruguayo exclusivamente. Como nunca resultaron satisfactorios los intentos de Pielcolor para ingresar en Argentina, la creación del Mercosur en 1991 impulsó a los catalanes a asociarse con Pinturas Inca en 1993 para fundar una nueva empresa en Uruguay para operar en una primera etapa —ya cumplida— tanto en el mercado local como en los de Argentina y Paraguay. Para ello se construyó una planta de producción y de servicios técnicos, que ocupa unos 3.000 metros cuadrados de superficie en Montevideo, en donde trabajan dieciocho personas. La misma está ubicada dentro del mismo predio que ocupa la fábrica de su accionista mayoritario, aunque separada a efectos de mantener una completa autonomía operativa.

Fuente: Diario "El País" Suplemento Economía & Mercado  N° 432 del 14/10/2004

 

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